Diciembre, un mes en el que se mezcla el júbilo con la nostalgia, en el que las familias se reúnen aunque sea por unas horas porque se acerca el final de año y, en el camino para brindar por aquello que simbólicamente se va y por lo que con fe se espera que llegue, hay un lapso de festividad que, de acuerdo con las tradiciones cristianas, se dedican en honor al nacimiento del Niño Jesús. No obstante, sus orígenes no siempre estuvieron asociados a la iglesia y sus costumbres.
Cualquier buen mexicano que se jacte de ser festivo, al menos una vez en su vida ha cantado al ritmo y entonación del Ora pro nobis (ora por nosotros) o Entre santos peregrinos, que aparecen en los coloridos folletos de villancicos navideños, disponibles en cualquier negocio de artículos de temporada. Es una tradición tan arraigada que, si vuelven a leer el párrafo, probablemente lo hagan cantando. Por tal razón, la entrega de este mes se trata de los villancicos, de dónde vienen y algunas datos interesantes. Aclaro que entre mis actividades no se encuentra ser historiador del arte; sin embargo, considero que es un tema ligero y de interés por las fechas en las que leerán esté artículo, así que me aventuré a hacer esta suerte de investigación para acercarlos un poco más a esta bella tradición.
El primer dato sobre los villancicos es que estos datan de la época renacentista de España y Portugal, es decir, por allá del siglo XV y XVI, en los que fue su auge, aunque se considera que hay registros previos. Su nombre justamente hace referencia a una de sus características principales, que era que las melodías las interpretaban la gente común y corriente, esto porque la palabra villancico deriva del latín villanus, con la cual se hacía referencia a las personas de clase baja que habitaban en las villas[1]. Los temas habituales eran seglares, versaban sobre aspectos de la vida cotidiana. Se cree que estas pequeñas obras paganas se cantaban durante las celebraciones del solsticio de invierno, mientras la gente bailaba alrededor de círculos de piedra; de hecho, la palabra inglesa “Carol” que al traducirla al español es villancico, designa (o designaba) una canción para bailar en círculo[2].
El segundo dato destacable es que los villancicos son una mezcla de poesía con música, pues las situaciones comunes se plasmaban en textos, a manera de una obra poética, a la cual se le agregaba música. El género fue tan popular que incluso existían compendios de composiciones que los incluían, como parte de la música de la corte. Un ejemplo de esto es el llamado Cancionero Musical de Palacio, creado a finales del siglo XV e inicios del XVI, el cual en algunas versiones llega hasta 460 números, dividido en cinco grupos: obras serias y amatorias, religiosas, históricas y caballerescas, pastoriles, otros géneros[3]. Dentro de esa gran colección se encuentran diversos villancicos.
De hecho, como tercer dato curioso, algunos textos refieren que hasta el día de hoy se conserva el registro de lo que, probablemente, es el villancico más antiguo del mundo del que se tiene constancia, cuyo autor es anónimo y se titula Bien vengades, pastores. Esta bella obra fue creada en Toledo, España y data de mediados del siglo XV; les dejaré un enlace al final de la lectura para que puedan disfrutarlo. No obstante, otras fuentes señalan que la composición más antigua es Jesum refulsit ómnium (Jesús, luz de todas las naciones), compuesto aproximadamente en el siglo IV, del cual también les dejaré una liga. Sea cual sea el que gane el título, ambos son bellísimos y merecen totalmente ser escuchados con atención.
Como era común en aquella época, la iglesia tenía gran injerencia en una gran parte de las actividades del día a día, por lo que no resulta extraño que haya adaptado los villancicos para sus fines, aprovechando su gran popularidad. Es así como hacia principios del Renacimiento comenzaron a utilizarlos, con particular énfasis en la celebración de la Navidad, por lo que durante cerca de tres siglos se realizaron encargos para la creación de texto y música para acompañar las festividades.[4]
La adopción del género fue tan exitosa que ha perdurado hasta el día de hoy, no sólo en los países en los que se originó o en lo que estos tuvieron influencia, sino alrededor del mundo, por ejemplo, en los Estados Unidos de América se encuentra el famoso “Jingle Bells”, en España “Esta es Nochebuena”, en Francia “Entre le boef et l’âne gris”, en Austria “Les anges dans nos campagnes”, en Ucrania “Carol of the bells” y, para finalizar esta breve lista, es obligado hacer la mención de “Stille Nacht, heilige Nacht” (Noche de paz), de Alemania, que además ha sido traducido en cientos de idiomas.
Por otra parte, como cuarto dato interesante, vale resaltar que aunque por momentos se siente como si la Navidad siempre ha estado en nuestra cultura, lo cierto es que esta festividad llegó a México en 1526, con Fray Pedro de Gante, por lo que naturalmente no existían villancicos antes de dicho año. Sin embargo, como parte del intercambio cultural, desde entonces se compuso un número importante, en el lapso que abarca del barroco americano hasta la época moderna, con grandes obras han destacado en los repertorios decembrinos, incluso a nivel internacional, como las obras del prolífico Manuel de Sumaya (1679-1755) entre las que se encuentran Angélicas milicias, Celebren, publiquen, o Albricias mortales. De igual manera, no puedo omitir la música de Miguel Bernal Jiménez (1910-1956), quien entre su legado también nos obsequió joyas como Mañanita de invierno; Alegres pastoricillos, o Por el valle de rosas. Como en los anteriores, también les dejaré un enlace por cada uno para que puedan disfrutar de estos verdaderos tesoros musicales, acompañados de un rico ponche, por qué no.
Sin duda el origen de los villancicos es interesante y, a pesar de ser una tradición popular tan antigua, hoy siguen tan vigentes como hace varios siglos, pues continúan anunciando no solo la Navidad y, sino el nacimiento del amor, la fraternidad y la esperanza. Son una pieza clave que, por su larga historia, vale la pena conservar para llenar de color y alegría las festividades.
Para finalizar, debo decir que los villancicos son un ejemplo de la evolución y adaptación del arte a los constantes cambios, sin importar si son radicales, como transitar de lo pagano a lo eclesiástico. En el fondo, como opinión personal, considero que su historia lleva en sí el sentido de la navidad, del nacimiento, la luz y reflexión. Gocemos de estas hermosas piezas de la historia y sigamos construyendo con ellas un futuro que, con suerte, alguien podrá contar como yo hago en este momento. Sin más que agregar, a título personal y a nombre de la revista XIII de Abril, sólo que me queda desearles lo mejor ¡Feliz Navidad y feliz Año Nuevo!
A continuación pueden encontrar los enlaces de algunos de los villancicos que fueron mencionados.
Bien vengades, pastores: https://www.youtube.com/watch?v=PiSZrcNqmic&ab_channel=CapelladeMinistrers
Jesus Refulsit Omnium: https://www.youtube.com/watch?v=pMJnlPHqch0&ab_channel=StevenGriffin
Angélicas milicias: https://www.youtube.com/watch?v=wyw6FUREPn8&ab_channel=EnriqueGuerrero
Celebren, publiquen: https://www.youtube.com/watch?v=FOG_iJxLC9U&ab_channel=EnriqueGuerrero
Albricias mortales: https://www.youtube.com/watch?v=pmN6nQacGQY&ab_channel=EnriqueGuerrero
Mañanita de invierno: https://www.youtube.com/watch?v=1ep6o6AzUHA&list=RD1ep6o6AzUHA&start_radio=1&ab_channel=CuartetoMichoac%C3%A1n
Alegres pastorcillos: https://www.youtube.com/watch?v=o9xJpJoIX30&ab_channel=Ni%C3%B1osCantoresdeTepotzotl%C3%A1n
Por el valle de rosas: https://www.youtube.com/watch?v=6H3AYkm_P0I&ab_channel=Ni%C3%B1osCantoresdeTepotzotl%C3%A1n.
“¡A la Concepción, a la Concepción! No se detengan, que la fiesta es hoy.
¡Vayan, vayan, que la Reina tiene harta gracia!”
-Sor Juana Inés de la Cruz
Mario Eduardo Villalobos Orozco
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Doctorante en Finanzas por el CESCIJUC, Maestro en Finanzas por la Universidad del Valle de México; es licenciado en Derecho y licenciado en Economía, graduado con mención honorífica, por la Universidad Nacional Autónoma de México; además es músico egresado de la Escuela de Iniciación Artística número 1 del Instituto Nacional de Bellas Artes, autor del poemario Cartas a la Lluvia, y colaborador de la revista 13 de abril, desde abril del 2021.
Correo: mevo_vook@hotmail.com FB: Edward Wolvesville
[1] Sadurní, J. (20 de diciembre de 2022). El origen de los villancicos, las canciones típicas de navidad. National Geographic. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/origen-villancicos-alegres-canciones-navidad_15987
[2] Journal du Classique, (23 de diciembre de 2022). À l’origine des chants de Noël: la petite histoire des “Christmas Carols”. https://www.rtbf.be/article/a-l-origine-des-chants-de-noel-la-petite-histoire-des-christmas-carols-10395527
[3] Biblioteca Digital Hispánica (s.f.). Cancionero Musical de Palacio. Biblioteca Nacional de España. http://bdh.bne.es/bnesearch/biblioteca/Cancionero%20musical%20de%20los%20siglos%20XV%20y%20XVI%20%20%20/qls/bdh0000010741
[4] Sociedad Artística Sinaloense (22 de diciembre de 2022). Historia de los villancicos navideños. https://www.sas.org.mx/blog/95