Aunque hay quienes dicen que un cambio de año no significa nada, yo pienso diferente; para mí es una oportunidad para reorganizar metas, responsabilidades, e incluso para crear nuevos sueños por cumplir. De esta manera, deseo que no les falte lo verdaderamente importante en esta nueva aventura, como sus seres amados, la salud, el trabajo y el sustento, además de que puedan lograr lo que se propongan, con disciplina, amor y confianza en ustedes mismos. Feliz y próspero 2025.
Para entrar en materia y comenzar este año con el pie derecho, quiero aprovechar las fechas para hablar de algunas obras de arte que han sido inspiradas por las míticas figuras que a la mayoría de las personas nos remontan a nuestra infancia y a esas noches larguísimas cargadas de ilusión, me refiero, por supuesto, a los Reyes Magos.
Antes de referir algunos trabajos inspirados en los Reyes Magos, es importante conocer un poco acerca de su origen que, por si no lo conocen, estoy seguro de que les resultará sumamente interesante.
Los Reyes Magos surgen en la Biblia, específicamente en el Evangelio de Mateo, capítulo 2, versículos 1 a 12, en donde se narra que estos sabios llegaron a Jerusalén desde las lejanas tierras de Oriente, ya que creían que había nacido el Rey de los judíos, debido al avistamiento de una estrella que lo anunciaba, según la profecía que decía que en Belén nacería el guiador del pueblo de Israel.
Este relato señala que los sabios de Oriente se presentaron ante el Rey Herodes para preguntar por el niño que sería el Rey de los judíos, “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido?”[1]; al sentirse amenazado, Herodes mandó a llamar a sus sacerdotes para preguntarles el lugar en el que aquel niño había nacido, quienes le revelaron que el lugar era la tierra de Judá.
Con esta información en su poder, Herodes les pidió a los Reyes Magos que le informaran cuando encontraran al niño, con la intención de matarlo (como sucedió con todos los menores de dos años, por órdenes del soberano) y así evitar la amenaza de un nuevo rey, “Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore[2]”; sin embargo, al darse cuenta de sus intenciones, decidieron ocultar su paradero, “Pero siendo avisados por revelación en sus sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino[3]”. En su visita, los Reyes Magos le dieron obsequios al niño Jesús, oro para representar su pureza, incienso por su naturaleza sagrada, y mirra para simbolizar su muerte por la humanidad y su resurrección.
Todo este episodio místico es conocido como La adoración de los Reyes Magos, y es el origen del por qué los niños mexicanos (y de otras latitudes) reciben regalos de estos sabios el 6 de enero. Deseo que no hayan olvidado dejar su zapato.
Otro aspecto interesante es que el nombre de los Reyes Magos no es mencionado en la Biblia; sin embargo, se conocen por la tradición oral cristiana. Asimismo, Melchor, Gaspar y Baltasar representan las tres edades de la humanidad y las tres razas conocidas en ese momento, esparcidas en Europa, Asia y África.
Como es de esperarse, este pasaje de gran relevancia histórica, social y religioso, también permeó en el arte, ya que ha inspirado a un sin número artistas, quienes han representado algún aspecto Bíblico relacionado en diversas ramas, desde la pintura hasta la poesía. A continuación le dejaré algunos ejemplos, deseando despertar su curiosidad. Todos están disponibles en internet de manea libre.
En el campo de la pintura existen joyas de grandes exponentes, como el mismísimo Leonardo Da Vinci, autor de “Adorazione dei Magi” (Adoración de los Magos), considerada como la primera gran obra del genio y polímata florentino.
Otro caso que me encontré en mi investigación y que me pareció particularmente interesante es Los reyes magos, del pintor mexicano Ángel Zárraga, quien mezcló elementos propios de la cultura nacional para realizar su representación de los sabios de Oriente, lo que puede apreciarse en los atuendos que visten, ya que dos se muestran semidesnudos.
En el campo musical también existen composiciones emotivas inspiradas en este pasaje bíblico, como “l’adorazione de Magi”, de Ottorino Respighi, segundo movimiento de la obra Trittico Botticelliano, basado, a su vez, en tres pinturas de Sandro Botticelli.
Otra obra destacable relacionada con el tema de esta ocasión, es la “Marcha de los tres reyes”, del Gran Maestro George Bizet, quien representa el andar de los sabios con una atmósfera marcial, juguetona y enérgica. Esta composición forma parte de la celebérrima suite Arlésienne, y se trata de una adaptación de un popular villancico provenzal.
En otra vertiente artística, está el Relicario de los Tres Reyes Magos, del orfebre francés Nicolás de Verdún, quien creó esta obra consistente en un sarcófago ricamente decorado con oro y que se dice que contiene los huesos de los sabios de Oriente. Actualmente se encuentra en la catedral de Colonia, en Alemania.
En el campo de la poesía, pueden disfrutar, por ejemplo, La llegada de los Reyes Magos, de Lope de Vega, quien narra que la luz del niño Jesús es más resplandeciente que la de las estrellas, de ahí que el texto comience de la siguiente manera “Reyes que venís por ellas, no busquéis estrellas ya, porque donde el sol está, no tienen luz las estrellas”.
Finalmente, no puedo omitir uno de los poemas más emotivos y hermosos relacionados con los Reyes Magos, el cual habla metafóricamente de ellos, a través de la figura del padre (yo diría de los padres), con un destello de nostalgia por la inocencia que irreparablemente se va con el tiempo. Me refiero a “Agranda la puerta, padre”, de Miguel Unamuno, quien con unas cuantas palabras, logra evocar en el lector nostálgicos recuerdos de cuando los Reyes iban a llegar. Dada su belleza, a continuación les comparto el texto completo:
“Agranda la puerta, padre,
porque no puedo pasar;
la hiciste para los niños,
yo he crecido a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
achícame, por piedad;
vuélveme a la edad bendita
en que vivir es soñar.
Gracias, padre, que ya siento
que se va mi pubertad;
vuelvo a los días rosados
en que hijo no más.
Hijo de mis hijos ahora
y sin masculinidad
siento nacer en mi seno
maternal virginidad”.
Deseo que los Reyes Magos les sigan trayendo obsequios, con sus manos o desde las estrellas, y si ahora les toca portar el atuendo, que su mano sea el obsequio, más allá los objetos.
“Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo”.
-Mateo 2:9-10
Mario Eduardo Villalobos Orozco
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Doctorante en Finanzas por el CESCIJUC, Maestro en Finanzas por la Universidad del Valle de México; es Licenciado en Derecho y Licenciado en Economía, graduado con mención honorífica, por la Universidad Nacional Autónoma de México; además es músico egresado de la Escuela de Iniciación Artística de número 1 del Instituto Nacional de Bellas artes, autor del poemario Cartas a la Lluvia, y colaborador de la revista 13 de abril, desde abril de 2021.
Correo: mevo_vook@hotmail.com FB: Edward Wolvesville
[1] Mateo 2:2, versión Reina-Valera
[2] Mateo 2:8, versión Reina-Valera
[3] Mateo 2:12, versión Reina-Valera