El fútbol es quizás el deporte más completo que existe, esto por reivindicar una actividad física que tiene un criterio de puntuación introduciendo un balón en una portería, y a partir de ahí definiendo una estrategia de juego, que además demanda condiciones y capacidades técnicas, imaginativas, tácticas, físicas, motrices y mentales en un mismo espacio o momento, sin dejar de considerar su característica de ser muy divertido, sobre todo cuando se juega, y también a la vista de un espectador que siempre disfrutará de un partido bien jugado y con tendencia a que se anoten bastantes goles.
Físicamente, el fútbol soccer demanda un desplazamiento constante a nivel de caminata, trote, intervalos de correr y sprints de alta velocidad, además, es menester que los futbolistas ostenten algo de potencia física natural para su arranque al momento de disputar un balón, fuerza muscular en piernas, en la caja torácica y en brazos para saber resistir un punto de contacto en el momento de una determinada jugada con un adversario, resistencia física para poder aguantar los desplazamientos en torno a los tiempos reglamentarios de un partido y muchísima disciplina mental para ser resiliente en situaciones adversas del partido, tanto para mostrar personalidad con los compañeros y adversarios y también para ostentar demasiada madurez emocional para resolver diversas situaciones que el partido va demandando en el terreno psicológico, como puede ser la provocación de un adversario o la definición frente a la portería o la resiliencia al momento de recibir un gol del adversario, o bien el regaño de algún compañero, árbitro o entrenador y algunas circunstancias parecidas.
Los jueces, tanto el árbitro central como abanderados, no solamente deben ostentar capacidades físicas que les permitan correr en diversas direcciones, resistiendo la duración total del partido a ciertas velocidades e intensidades, sino que también requieren un entrenamiento psicológico para saber madurar escenarios de adversidad y de control de grupo en la inercia de conatos de bronca o faltas al marco reglamentario del juego por parte de los futbolistas, esto con miras administrar la situación reglamentaria y anímica de la mejor manera.
Jugar al fútbol soccer trae implícito un cúmulo de situaciones, anhelos, deseos, emociones y experiencias de demasiado deleite humano, y quizás no hay momento más afortunado que anotar un gol o celebrar un triunfo o un campeonato en el orden colectivo, siendo parte de un equipo de fútbol.
Al natural, y visto desde el romanticismo de un simple deporte con beneficios físicos y emocionales absolutamente constatables, el fútbol soccer es un deporte totalmente espectacular y casi perfecto.
Sin embargo, la historia de los últimos 50 años de este deporte en las escalas profesionales en prácticamente todo el mundo, ha significado, no solo un nivel de especialización en la preparación profesional de un futbolista en todos sentidos y su ordenamiento salarial, sino que el fútbol en sí se ha encauzado como un mercado progresivo con un nivel de explotación comercial y mercantil que lo vuelven uno de los productos más redituables dentro del capitalismo mundial.
Por momento, tanto al nivel del minimalismo que antes conllevaba su práctica como a nivel de su organización en términos generales, hoy el fútbol funciona con niveles de exigencia estructural muy potentes y prácticamente ha pasado a segundo término su reconocimiento como un mero deporte porque antes que otra cosa es un mercado como cualquier otro
En los últimos años el fútbol profesional de los niveles más altos ha sido señalado en un sinfín de contextos y países con vínculos en la delincuencia y con casos de corrupción y con acuerdos de partidos amañados y con la compenetración de mercados legales o ilegales como el sistema de apuestas definiendo su funcionamiento ordinario.
Y hoy en día, en cada jugador profesional no solo se mira a un deportista humano de carne y hueso, sino que se puede mirar a un agente de ventas que a través de la explotación de su imagen físico atlética y de sus condiciones de juego puede encausar sistemas de propaganda para fines de explotación comercial de indistintos productos que funcionan como promotores y sponsors del más alto nivel de esta industria llamada fútbol
Incluso, los niveles de entrenamiento han cambiado de forma considerable porque en la antigüedad el que un futbolista de alto nivel fuera entrenar significaba que se presentaba a una cancha especial a practicar aspectos técnicos y tácticos que mejoraran sus condiciones de juego a partir de la repetición permanente y del trabajo continuo, pero hoy, el entrenamiento físico y futbolístico de los jugadores se concentra más en el aspecto físico Atlético y hoy muchas canchas se acercan más a lo que vienen siendo las instalaciones físicas de un patio de crossfit o un gimnasio al aire libre que propiamente un campo de fútbol
Hace tiempo los entrenamientos eran básicamente con pelotas y la presencia física de los jugadores, y el uso de conos en algunas ocasiones, y hoy, hasta en las sesiones de calentamiento previas a un partido de fútbol abundan mucho los implementos de gimnasio y muchísimos elementos materiales propios del entrenamiento físico que no tienen mucho que ver con el fútbol profesional
A nivel de pretensiones con miras a agradar al aficionado, antes, a los ídolos del campo les interesaba jugar bien y tener buenas condiciones de Trato con el balón para que la gente se sintiera satisfecha Al momento de irlos a ver a un estadio o a un lugar con un campo preparado para recibir algo de público, pero hoy, el resultadismo estadístico que concomita mucho con las dinámicas del sistema de apuestas y de los estándares de comercialización televisiva con una dinámica especulativa y poco espectacular Y sí muy física y atlética se apodera del fútbol profesional
Cada vez en los jugadores vemos menos ídolos a los que les interesaba reivindicarse como artistas del fútbol y vemos más agentes de ventas con muy buen físico corporal que corren mucho en un campo de fútbol pero que cada vez se establecen menos como jugadores legendarios para el recuerdo
En términos generales el fútbol se agiganta como mercado y decrece como obra de arte.
Es tan extraño ver como el capitalismo vuelve tan complejo un deporte que consiste en introducir un balón en un arco desde las capacidades de 22 futbolistas regidos por una tercia de jueces
Regularmente el capitalismo se especializa en complejizar todo para vender y acrecentar el margen de utilidades.
Victor Manuel Del Real Muñoz