El beso a través del arte o el arte del beso

Este artículo tiene dos propósitos principales, el primero es celebrar los primeros tres años de la revista 13 de Abril, en la cual he tenido el placer de vivir cada día desde su creación, colaborando con mis ideas. Felicidades por todo el trabajo que hay detrás, que vengan muchos más. El segundo, relacionado con el primero, es hablar del beso en sí mismo, desde el día internacional del beso, el cual se celebra el mismo mes y día que dan nombre a la revista, hasta las manifestaciones artísticas que han inmortalizado uno de los símbolos que por excelencia representan al amor, aunque no siempre, como sucedió con el infame Judas Iscariote.

El beso, eso que nos inspira y nos eleva hasta los confines del universo, una forma de amarnos y comunicar lo más sublime del alma ¿Qué sería de los humanos si no tuvieran a su alcance el lenguaje que no requiere de palabras? ¡Y cómo olvidar a los adolescentes que optan por cometer un inocente delito al robar uno o dos a su enamorado(a)! El beso es una necesidad inherente a nuestra existencia, es un momento de intimidad y de placer que conecta todos nuestros sentidos; quizás es la razón por la cual cerramos los ojos al besarnos, porque miramos hacia la profundidad de nuestro interior, hacia la reminiscencia que guardamos de lo divino.

Algo tan bello no podía pasar desapercibido; si hay un día dedicado a saltarse la dieta o para responder las preguntas de los gatos (Por absurdo que parezca, existe, pueden buscarlo en internet) ¿Por qué el beso no tendría su propio día? De acuerdo con diversas fuentes, la conmemoración del Día internacional del Beso se debe a la pasional hazaña de una pareja tailandesa que decidió demostrar su amor sin parar, durante nada más y nada menos que 58 horas, 35 minutos y 58 segundos, como parte de un concurso que se realiza en Tailandia. Algo que llamó mi atención es que los tailandeses no lo toman a la ligera este asunto de besarse, pues uno de los requisitos es que las parejas estén casadas o demuestren una relación estable. Gracias, Ekkachai y Laksana Tiranarat, su proeza nos obsequió un segundo Día de San Valentín.

A pesar de que la connotación más habitual de un beso es el expresar amor y deseo, lo cierto es que también es una forma de manifestar reverencia, respeto, admiración o un simple saludo. Es por ello que existen diferentes besos, en la frente, en la mano, en la mejilla, e incluso con variantes en los labios, por ejemplo, el Kamasutra, el libro del arte del amor y el sexo, distingue al menos veintidós diferentes tipos, como el beso inclinado, el beso presión, el beso palpitante, el beso broche y muchos más que pueden tomar como un trabajo de investigación para los fines que consideren pertinentes (guiño).

Es tal la significancia de un beso que puede demostrar totalmente lo contrario a lo que pensamos de primer momento, ya que puede expresar especialmente una traición y deslealtad, a lo que se le conoce como dar un beso de Judas, cuyo origen se encuentra en los Evangelios del Nuevo Testamento, en los cuales se narra que Judas Iscariote besó a Jesús como una señal para que fuera detenido y eventualmente llevado a su crucifixión.

Además de lo expuesto, y para reforzar el hecho que el beso es inherente a los seres humanos, tanto como el arte, no puedo omitir mencionar algunas obras icónicas que han sido inspiradas por el placer de un beso o por un significado más profundo. En prácticamente cada rama artística hay una representación que busca inmortalizar ese momento, por citar algunos ejemplos, en la pintura se puede encontrar a “La captura de Cristo” (El beso de Judas) de Caravaggio, “El beso”, de Gustav Klimt, o “Beso”, de Roy de Lichtenstein; en la escultura la legendaria obra de Auguste Rodin; en el cine, “Beso”, de Andy Warhol; en la música, la celebérrima canción “Bésame mucho” de la compositora orgullosamente mexicana Consuelo Velázquez, la cual, cabe señalar, ha sido traducida a más de veinte idiomas; en fotografía, una cita obligada,el famoso beso en Times Square; en la literatura, el beso ha sido el origen de cientos de versos y poesía, novelas, cuentos y hasta obras de teatro.

En síntesis, el arte y el beso tienen un vínculo estrecho por cuanto a que ambos nacen de los sentimientos y emociones humanas, así, los artistas buscan una manera mundana de captar la belleza y complejidad inmersa en un acto en el que se transmite amor, pasión, ternura, traición o incluso despedida.

El beso también es parte de la cultura popular, pues ha inspirado leyendas que se transmiten de generación en generación, como sucede con el famoso Callejón del Beso, en Guanajuato, México, en virtud de la cual se dice que si una pareja se besa exactamente en el tercer escalón del callejón, tendrán siete años de felicidad, misma que no tuvo Carmen, protagonista de una triste historia de amor que data del siglo XVIII. Vayan a visitar el lugar con su persona favorita, además de años de alegría, se llevarán un bello recuerdo.

No me queda más que expresar que el beso es algo esencial en nuestra rutina, los que son de amor, el que se le da a los padres, hermanos y a los hijos, el que se da entre amigos, el que se da para desear buenas noches y los que se dan para pasar buenas noches. El beso es algo humano, es arte que produce arte, es estética que se crea con los labios.

Bonus: beneficios de besar

Para cerrar esta entrega, les comparto algunos beneficios que tiene besar, por si desean mejorar su salud de una manera artística:

  1. Besar reduce el estrés
  2. Besar contribuye a fortalecer el sistema inmunológico
  3. Besar contribuye a mejorar la salud cardiovascular
  4. Besar fortalece los lazos emocionales

“El alma que hablar puede con los ojos también puede besar con la mirada”.

-Gustavo Adolfo Bécquer

Mario Eduardo Villalobos Orozco

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Doctorante en Finanzas por el CESCIJUC, Maestro en Finanzas por la Universidad del Valle de México; es licenciado en Derecho y licenciado en Economía, graduado con mención honorífica, por la Universidad Nacional Autónoma de México; además es músico egresado de la Escuela de Iniciación Artística número 1 del Instituto Nacional de Bellas Artes, autor del poemario Cartas a la Lluvia, y colaborador de la revista 13 de abril, desde abril del 2021.

Correo: mevo_vook@hotmail.com                FB: Edward Wolvesville

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