Cada compositor(a) tiene una ardua tarea cuando se enfrenta con el reto de descubrirse y definir su estilo. Es un verdadero desafío pues no sólo significa patentar un sello distintivo, sino llegar a un profundo autoconocimiento que se transforma en música que no sólo suena, pues también habla con el lenguaje implícito de su autor(a). Con la debida reserva y alcance del comentario, debo decir que lo de menos es combinar la armonía, melodía y ritmo; lo verdaderamente complejo es lograr que trascienda más allá de los sonidos para que estos se resuman en un nombre: El de su creador(a).
Después del preludio, que sin duda es más que ad hoc para la artista de quien les hablaré en este número, les comparto mis impresiones sobre la maravillosa obra de una compositora orgullosamente mexicana, que ha logrado no sólo crear e imprimir su esencia en cada obra, sino también poner en alto el nombre de México en otros países, así como contribuir activamente al empoderamiento y posicionamiento de las mujeres en el ámbito artístico, en lo individual y a través de la colectiva Las Montoneras. Hablo de la magnífica Nubia Jaime Donjuan.
Nubia es originaria de Sonora, México, y comenzó su carrera musical como violonchelista; sin embargo, con el paso del tiempo, abrió su camino a través de la composición e incluso del canto, aunque el ser compositora le ha valido gran reconocimiento, como haber sido la primera mujer en ganar el Concurso de Composición para Orquesta de Cámara “Arturo Márquez”, edición 2021; o para trascender las fronteras nacionales, al haber sido elegida para una residencia (A distancia) en la Universidad de Dartmouth, en los Estados Unidos de América; sin omitir, por su puesto, que su arte logra traspasar cualquier barrera para llegar a las emociones que nacen directamente del corazón.
En el estilo de Nubia logra percibirse una fuerte influencia de la música originaria de Sonora, así como de otras partes de México, pasando desde danzas tradicionales, como la celebérrima Danza del Venado, hasta géneros que podrían considerarse urbanos como el danzón, como es el caso de Maso Ye’eme, en la que fusiona magistralmente ambos géneros. No obstante, hablando en un nivel técnico, su música no es para nada algo sencillo, pues en todo momento respeta las reglas de la compleja estructura clásica de la academia, sin dejar de explorar el cúmulo de los sentimientos, desde mágica nostalgia hasta intensa euforia.
Es en la fusión y experimentación de donde emanan obras frescas y originales que abarcan un espectro inmenso de formas musicales y emociones, cuyos elementos invitan a deleitarse más allá de lo auditivo, como un llamado al cuerpo para unirse a un suave vaivén, cual si fuese un baile; tal es el caso de la Pequeña Suite Mexicana, escrita para alientos, en la que, además, la temática tiene un fuerte componente de la cultura mexicana, representada a través del nombre de distintos árboles o plantas: Ahuehuete, Mezquite, Ayacahuite, Sahuaro, Cacalosúchil y la Ceiba.
Y es que no es casualidad su sello distintivo ya que, en sus palabras, desde niña ha estado interesada en la música tradicional mexicana, pues realmente le causaba emoción escuchar un danzón o un son jarocho; interés que se convirtió en una parte fundamental de su trabajo artístico.
Lo mismo que su música que rompe los confines de la imaginación, Nubia es un verdadero caleidoscopio de talento; basta con poner atención en cómo se mimetiza con las cuerdas del violonchelo, o con escuchar su enigmática y nostálgica voz que canta incluso cuando habla, para notar que es una artista que con justicia y destreza ha ganado el lugar y reputación que tiene hoy en día. Como prueba de ello, pueden disfrutar de su colaboración con la también compositora Jimena Contreras, en la obra “Corazón Indomable”, en la cual nos embelesa con su interpretación en el violonchelo y como cantante, además de declamar con profunda solemnidad nostálgicas palabras basadas en un texto de la escritora Elena Ortiz Muñiz.
Para comenzar a cerrar este artículo, quiero referirme al éxito internacional que ha alcanzado Nubia; me gustaría destacar la gran importancia que esto tiene, pues se relaciona perfectamente con lo que he hablado en otros artículos, que es la dificultad que hay en México para abrirse paso en el arte y, particularmente, para encontrar apoyo. Nubia es una artista consolidada, cuya obra habla por sí misma; sin embargo, como ella misma expresa, resulta irónico que en nuestro país tengamos este triste rezago social, por cuanto al impulso del talento nacional. Mientras que en nuestra tierra lucha día con día por abrirse paso, al momento de escribir estas líneas, está prácticamente de gira en los Estados Unidos de América (En Arizona, Chicago, Minnesota y Texas), ya que la demanda y reconocimiento de su música ha incrementado considerablemente en América del Norte, y no sólo en nuestro Continente, sino también en Europa, ya que su obra también es ampliamente solicitada en España. En suma, el trabajo de Nubia ha permeado más fuera de nuestras fronteras que en el suelo que la vio nacer. Es algo que debemos cambiar, necesitamos aprender a apreciar y difundir el arte para poder abatir tan desafortunada problemática que, entre otras consecuencias, contribuye a la fuga de talentos. Urge.
Finalmente, no me queda más que ovacionar y recomendar desde este espacio el hermoso trabajo que Nubia ha creado, así como destacar que, en un país en el que las mujeres aún están en desventaja y a diario viven injusticias, ella ha sido firme en la lucha por conseguir la igualdad entre géneros, así como en difundir el trabajo de otras talentosas colegas que merecen distinción. Una artista en toda la extensión de la palabra ¡Bravo, Nubia!
Les comparto algunas ligas en las que podrán encontrar una muestra de la excepcional calidad del trabajo de la Maestra Nubia Jaime Donjuan:
Maso Ye’eme’: https://www.youtube.com/watch?v=BIv6WzEHAm0&ab_channel=NubiaJaimeDonjuan
Pequeña Suite Mexicana para alientos: https://www.youtube.com/watch?v=JT3Hu0C6tq0&ab_channel=HopkinsCenterfortheArtsatDartmouth%28TheHop%29
Corazón indomable: https://www.youtube.com/watch?v=pztYbxid2EA&ab_channel=NubiaJaimeDonjuan
Cuatro elementos, Suite “Terra”: https://www.youtube.com/watch?v=ygXl59xWq6M&ab_channel=NubiaJaimeDonjuan
“Mi imaginación no puede imaginar felicidad más justa que seguir vivienda para el arte”
-Clara Schumann.
EDUARDO VILLALOBOS
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Licenciado en derecho y licenciado en economía graduado con mención honorífica por la Universidad Nacional Autónoma de México; es músico egresado de la Escuela de Iniciación Artística número 1 del Instituto Nacional de Bellas Artes, y autor del poemario “Cartas a la Lluvia”. Actualmente, es maestrando en finanzas, por la Universidad del Valle de México.
Correo: mevo_vook@hotmail.com FB: Edward Wolvesville