En el centro de una fría y lejana ciudad
se encuentra una antigua terminal
en la que arriban visitantes y corren los viajeros
sonríen aquellos que llegan; lloran los que se van
personas que se mudan y otros que jamás regresarán
¡ah, si los muros tuvieran voces!
¡cuánto diría de mí ese lugar!
estuve ahí tantas veces, con mis pies o con mi mente
que hoy soy cuentacuentos
de cada encuentro, de cada adiós
de solitarias partidas
y de nostálgicos romances
vi a tantas personas amar el amor
y lloré con todos sus amargas despedidas
sus sonrisas eran mías y también sus ojos
sin ser mi corazón eran mi reflejo
eran el eco de mis sentimientos
que invadían mi pecho cuando esperaba a mi amada
impaciente en el centro de aquella sala
que jamás vio mi salida aunque si mi entrada
porque aun aguardo por ella
aún espero su llegada.
Villalobos Orozco M. Eduardo. «La terminal». Cartas a la Lluvia. Trajín Literario, 2019.
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