Ensayos para la despedida (fragmentos)
Me fluye el mundo
lejano, penetrante
poblado por fantasmas taciturnos
y cartas no entregadas
a destino.
Rancios papeles donde escribió la abuela
analfabeta
fumadora, cabrona, arrebatada,
asmática, doliente, enferma, arrecholada
su orina transparente y olorosa a inyecciones,
a tos profunda, interminable
cruda.
Me fluyen tantos muertos
a quienes vi a los ojos
y supe que se estaban despidiendo,
varios más que abracé
en cierta borrachera,
alguna tarde de café
y caminata umbrosa.
aquellos otros que me reconocieron
en la radio o en discos de acetato,
en esa grabadora de cassette
cuyas notas cubrieron mi soledad infante:
inmovible maestra
compañera.
Esas notas, los versos, las canciones,
los cerros pardos que siempre me asfixiaron
los amigos de andanza
y alegrías.
Me fluye el viento
pasado
mortal
y persistente
las vidas consumidas hasta hoy
el misterio de cuántas me faltaron
y hasta dónde podré gastar
| el aire que me toca
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UN VIENTO UMBILICAL ME LLEVA LEJOS
a) Planear un papalote
es prolongado este cordón umbilical
con depresiones hacía instantes
y esencias más sombrías
fuerza de gravedad
es el cordón umbilical,
la membrana arcillosa
de los muros de adobe
-el aire terrenal de ciertas latitudes-
vientos para dejarse ir
para quedarse
abiertos
suspendidos
b) proemio de la certeza
cosas oscuras acontecen en mí
todos los días.
cosas
que no recuerdo
la certeza (única)
es la duda:
el ombligo que aguarda la ocasión y el asidero
Marzo, 2022
Zacatecas, Zacatecas.
Bernardo Araujo Cortés
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Zacatecas, Zacatecas, 1981. Licenciado en Derecho y maestro en literatura hispanoamericana. Poeta y narrador. Asistente al taller de narrativa contemporánea de Daniel Sada. Ha escrito tres libros de narrativa: Llorar el viento, Las ramas secas del naranjo y Toque de queda. Tiene un cuarto libro (de poesía), aún en espera de ser publicado.