EL SOL
Espera a que se oculte el sol para partir con el hacia
[la sombra,
Al lugar en el que el fuego se transforma en cenizas
Para descansar por un momento junto a los muertos
que sueñan con regresar a la vida con la luz del día.
El sol no teme apagar su brillo cuando duerme,
él sabe que su esplendor necesita de las tinieblas,
es humilde, se entrega a la oscuridad,
no ha olvidado el origen de su reino.
Duerme profundamente con su fulgor apagado,
deja que la noche lo envuelva
mientras las demás estrellas cuidan su resplandor.
Lentamente despierta cada destello,
entre la penumbra el sol renace radiante,
¡Astro rey muéstrame como andar por tu camino!
¡Muéstrame como hacer la lobreguez brillante!
Villalobos Orozco M. Eduardo. «El Sol». Otoño, invierno y otros sentimientos. Trajín literario, 2025.