A VECES
LA FELICIDAD ES UN FERROCARRIL INVISIBLE SILBANDO A LO LEJOS
UN RECUERDO OLVIDADO
DE UN LUNES POR LA TARDE DE UN ABRIL SIN AÑO
A VECES
ENTRAMOS EN EL PAIS IMAGINARIO DE LAS SOMBRAS
DONDE LAS FRONTERAS NO SE ALCANZAN CAMINANDO
CADA PASO REPLICA EL ORIGEN OSCURO DEL DESTIERRO
EN SUS LARGAS CALLES SIN RETORNO
INDOMITOS TEMORES
SON REFLEJOS Y SOMBRAS
FAUCES LADRANDO FRÍO EN LA ESPALDA
EL ESCAPE SIN SENTIDO
SE PROLONGA LENTO
INDEFINIDO
EL SOL SE PONE CADA VEZ MAS LEJOS
EN DIFERENTES RUMBOS
Y HORAS
ESTAR PERDIDO
ES VOLVER ABSURDOS TODOS LOS CAMINOS
EL SUEÑO
LA VIDA
LA PESADILLA
EL DESIERTO
LA PLAYA
TODAS LAS VIDAS
TODAS LAS MUERTES
SON IGUALES EN LA DESESPERANZA
HASTA QUE UN DIA IMPREVISTO
EL BUCLE DE LA MENTE NO ENCAJA
LA PESADILLA CIRCULAR SE DESGARRA DESDE ADENTRO
GIRONES DE SOMBRAS ESPESAS VAN CAYENDO
ENTONCES EL FERROCARRIL DE LA ALEGRÍA ES VISIBLE
EN SUS VÍAS SEMBRADAS EN MACETAS,
A DESHORAS, EN LA ORILLA DE LA CARRETERA
O EN AZOTEAS DE RUIDOSAS CIUDADES IGUALES
O EN BALCONES OLVIDADOS DE CUALQUIER CALLE
SIN PRETEXTOS, A MINUTO CERRADO Y SEGUIDO.
SERGIO QUINTANILLA CARDENAS
